La odontología forense consiste en aplicar los conocimientos odontológicos que pueden ser útiles en el derecho Laboral, Civil y Penal. Es muy importante y es muy empleada en dictámenes de edad, delitos sexuales, maltrato infantil, responsabilidad profesional.
Es muy útil también para conocer la identidad del cadáver que se ha encontrado, para ayudar en los trámites de documentos de identidad en personas abandonadas o para contribuir a la tipificación del delito de lesiones.
El estudio de la odontología en un caso legal puede ser una evidencia que llegue a incriminar al delincuente. Las marcas de mordiscos que se observan en los casos de agresión sexual, asesinato y abuso infantil son, en la mayoría de ocasiones, un factor importante para determinar la condena.
Casos conocidos donde se ha hecho uso de la odontología forense.
A continuación expongo algunos casos famosos donde la odontología forense ha jugado un papel clave:
a. Las mordeduras del reverendo George Burroughs
En 1962, durante los juicios de brujas de Salem, el reverendo fue acusado de brujería y de conspirar con el diablo. Dejaba a sus víctimas mordiscos y marcas de mordeduras, que los jueces aceptaron como pruebas válidas de evidencia en el crimen. Fue declarado culpable y ahorcado, siendo dos décadas más tarde, exonerado por el estado. Los hijos cobraron una indemnización por la ejecución injusta que sufrió el acusado.
b. Caso Gorringe
En 1948, el patólogo Keith Simpson usó odontología forense para sellar una condena por asesinato contra Robert Gorringe. Este dejó mordiscos en el pecho de su esposa asesinada, Phyllis. Ella murió rápidamente sin que los hematomas pudieran distorsionar las marcas de mordedura. La pena de muerte de Gorringe fue perdonada y éste fue liberado en 1957.
c. Caso Doyle v State
Ocurrió en Texas en 1954. En este caso, la marca de mordisco figuraba en un queso, que se encontró en la escena del crimen de un robo. La tienda de comestible situada en la ciudad Aspermont sufrió el destrozo de dos ventanas, saqueo y, alteraciones en el orden de los productos. Lo más curioso del caso: alguien había estado comiendo allí y cuando la policía llegó, encontró en el mostrador de la carne un gran pedazo de queso con marcas de dientes.
Tras morder, el acusado, otro pedazo de queso para comparar, un examinador de armas de fuego y un dentista evaluaron las formas de la marca de forma independiente. Ambos concluyeron que las marcas fueron hechas por el mismo conjunto de dientes.
d. Caso People V Marx
Nos situamos ahora en California (1975). Una mujer fue asesinada por estrangulación después de haber sido agredida sexualmente. Walter Marx fue identificado como sospechoso y se hicieron impresiones dentales de sus dientes. Además, se tomaron fotografías de la nariz herida de la mujer. A través de técnicas de comparaciones bidimensionales y tridimensionales se consiguió afirmar que las marcas de mordiscos en la nariz de la mujer, fueron realizadas por Marx. Este fue condenado por homicidio voluntario.
¿Es la odontología forense fiable entonces?
Las mordeduras pueden ocurrir tanto en la víctima como en el sospechoso. Los dientes son utilizados como arma para el agresor o como defensa por la víctima. Además de la ubicación de la mordedura, el tipo de gravedad de la lesión puede dar pistas del estado mental del delincuente.
En Estados Unidos se considera inmoral morder a un ser humano para realizar estudios. Por ello, la mayoría de los estudios de análisis de marca de mordisco usan piel de cerdo. Esta es lo más parecido a la piel de un ser humano que existe.
Se han resuelto casos gracias a la odontología forense, pero también hay otros que han hecho que esta técnica quede en entredicho.
Un caso particular que destacó la falta de singularidad en las marcas de mordedura involucró a dos sospechosos. Ambos fueron acusados de atacar a un hombre que había sufrido una lesión por mordedura. Dos dentistas forenses independientes, fueron traídos para analizar la marca. Informaron resultados conflictivos. Uno encontró que la marca venía del sospechoso A y el otro dijo que era del sospechoso B. Aunque los dos sospechosos tenían características dentales únicas, la marca de mordisco no era lo suficientemente detallada como para reflejarlos. El resultado equívoco demostrado en el caso enfatiza la dificultad para probar la singularidad.
La base científica de la odontología forense ha sido cuestionada pero también, existen casos que demuestran la veracidad de esta técnica. El debate está abierto y será necesario seguir investigando para lograr la fiabilidad de la odontología forense como método probatorio de delitos.
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