En el supermercado hay una gran cantidad de tipos de pastas de dientes. Dependiendo de lo que necesiten tus dientes y tu boca puedes apostar por una u por otra. La pasta dental nos ayuda a cuidar nuestra higiene bucodental, pero también es un complemento perfecto para combatir fenómenos desagradables como la halitosis.
Además, limpia las superficies dentales accesibles, las pule y hace que disminuya la incidencia de caries dental.
Actualmente, la pasta dental garantiza la higiene bucal gracias a los componentes que la componen: agua, humectantes y limpiadores. Visita al dentista para que te recomienden los diferentes tipos de pastas existentes.
A continuación os dejamos algunas pastas dentales recomendables para los diferentes problemas bucodentales que suelen encontrarse:
Para la prevención de caries
Si quieres prevenir las caries y tener una boca sana deberás fijarte en el flúor que contenga la pasta de dientes. Este fortalece los dientes lo que hace que disminuya el riesgo de sufrir caries dental, y remineraliza los que han sido desgastados. Según algunos expertos es esencial que el dentífrico tenga una cantidad superior a 1000 partículas por millón (ppm).No enjuagarse la boca con agua tras el cepillado porque el agua arrastra el flúor y reduce el efecto. Lo mejor es escupir pasta sin aclararla. Usar este tipo de pasta no garantiza que no vayas a tener caries. Visita el dentista una vez al año para revisar tu boca.
Para la sensibilidad dental
Estos dentífricos contienen sustancias que tapan los poros que se producen en la dentina. Ayudan a crear una barrera que bloquea los elementos causantes de la hipersensibilidad dental, evitando que lleguen al nervio. Es recomendable preguntar al médico porque dependerá de la sensibilidad dental que tengas será conveniente adquirir una u otra pasta. Para tratar la hipersensibilidad algunas pastas pueden incluir nitrato de potasio, citrato de potasio y/o cloruro de estroncio.
Para los dientes amarillos
En estos casos se necesita un dentífrico más potente que además de flúor contenta algún antiséptico como el triclosán. Para tener dientes más blancos se pueden usar dentífricos blanqueadores, pero estos no son demasiados efectivos por sí solos. Este tipo de pastas suele contener entre 1% y 15% de perióxido de hidrógeno. La pasta para blanquear sirve para reforzar y mantener los efectos de un tratamiento de blanqueamiento dental. Utilizan materiales abrasivos o químicos para eliminar las manchas superficiales recientes. Por esta razón también contribuyen a desgastar el esmalte dental. Usar esta clase de pasta de dientes no significa que con el uso vayas a lucir unos dientes muy blancos. Ayudan más bien a mantener el color que tienes para que no oscurezcan más.
Para dientes con sarro.
Esta pasta no consigue eliminar la placa una vez endurecida, pero sí que previene su acumulación y ralentiza su transformación en sarro al bloquear los sitios receptores de las sales responsables de este proceso. Además, combaten la calcificación de la placa y la consiguiente aparición del sarro. Aunque el sarro solo se puede eliminar con una limpieza bucodental, este puede llegar a disminuir hasta un 36%.
Para personas con ortodoncia
Hay pastas dentales especiales para este tipo de tratamientos. Estas pastas ayudan a proteger el esmalte y las encías de la acción de los aparatos de ortodoncia. Además, tiene un efecto calmante sobre las propias encías.
La pasta dental para niños
No debemos olvidarnos de los más pequeños. A los 2 años deben usar pastas libres de flúor o realizar el cepillado sin pasta ya que suelen tragarse lo que deberían escupir. Los niños nunca deben usar la misma pasta de dientes que los adultos. En la de los niños la concentración de flúor siempre será menor a la que se encuentra en un dentífrico para adultos. Deben utilizar este tipo de pasta hasta los doce años de edad.
Además de usar la pasta adecuada para ti es bueno hacer una buena técnica de cepillado. No dejes de acudir a nuestra clínica para tener una boca perfecta.
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